52.1 F
Denver
lunes, abril 21, 2025
InicioLocalesArquidiócesis de Denver“El mundo los necesita”: Arzobispo Samuel Aquila ordena a 21 diáconos permanentes

“El mundo los necesita”: Arzobispo Samuel Aquila ordena a 21 diáconos permanentes

En la solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista, 21 hombres se configuraron con Cristo siervo y recibieron el mandato de dar sus vidas por la Iglesia de Cristo al ser ordenados al diaconado permanente.

La Misa de ordenación fue presidida por el arzobispo de Denver, Mons. Samuel J. Aquila, el pasado 24 de junio en la parroquia Light of the World en Littleton. Familias, amigos, compañeros sacerdotes y diáconos se reunieron para presenciar la imposición de manos de estos 21 hombres, provenientes de de diversas regiones de la arquidiócesis de Denver.

“La Iglesia local de Denver se reúne con gran alegría en la solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista. Se regocija de ordenar a 21 de sus hijos al diaconado permanente”, dijo el arzobispo durante su homilía. “Hemos sido bendecidos por su testimonio y su respuesta al llamado del Señor, ustedes que provienen de los cuatro rincones de la arquidiócesis: de las montañas, las llanuras del este y a lo largo de la Interestatal 25”.

A medida que los diáconos comienzan su ministerio, el arzobispo los instó a tener en cuenta el llamado de Dios y la necesidad de ver continuamente el mundo bajo una cosmovisión bíblica.

“Mis hermanos, es importante que como cristianos, veamos el mundo a través de la sagrada Escritura. Tenemos una cosmovisión bíblica; no una formada por la humanidad, sino una cosmovisión que ha sido revelada por nuestro Dios”, dijo. “Reconocemos que es nuestro Dios quien llama a cada uno de nosotros, quien nos forma a cada uno de nosotros en el vientre de nuestra madre. Él es quien nos da el don de la vida. Es él quien nos llama a tener una relación con él. Él ha creado a todo ser humano por amor, y debemos recibir ese amor de manera particular como discípulos de Jesucristo”.

En referencia a la segunda lectura del libro de los Hechos, en la que san Pablo recuerda la humilde invocación de Cristo por parte de san Juan Bautista, el arzobispo recordó a los nuevos diáconos que siempre imiten la humildad de Cristo, tal como lo hizo san Juan Bautista cuando dijo: “Viene uno detrás de mí, al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia”.

“Tú también estás llamado a la humildad, a reconocer que tú, como todos los que participamos en el sagrado ministerio, ya sea diácono, sacerdote u obispo, ninguno de nosotros es digno de desatar las sandalias de los pies de Jesús”, reiteró Mons. Aquila. “Estamos llamados a buscar la humildad, a orar por la humildad, una humildad según el corazón del mismo Cristo, que, como nos recuerda san Pablo, se humilló a sí mismo”.

El arzobispo enfatizó que es en esa humildad que los nuevos diáconos deben llevar a cabo su ministerio, que es muy necesario en la nueva era apostólica de hoy.

“El mundo los necesita como diáconos. Los necesita como testigos”, les dijo Mons. Aquila. “Alimenten siempre esa cosmovisión bíblica. Aliméntenla siempre y reconozcan que Dios tiene un plan definido para todos y cada uno de nosotros que solo cada uno puede cumplir en el mundo, en la Iglesia, en nuestras familias. Él les confiará hoy, por la gracia del Espíritu Santo y la imposición de mis manos, el ministerio del diaconado. Deben configurarse más con Cristo servidor y meditar en lo que significa servir y ser servidor, lo que significa ser uno que ve las necesidades presentes y que responde a ellas”.

El ministerio del diácono es único en el sentido de que es una vocación secundaria a su llamado principal como esposos y padres. A veces puede ser un desafío equilibrar estos dos roles, pero el arzobispo Samuel enfatizó que cada vocación se alimenta de la otra.

“Cada vez que se celebra la Eucaristía, hijos y hermanos míos, en esa entrega total de sí mismos y en ese servicio del altar, no solo renuevan su bautismo y confirmación, sino también su matrimonio”, dijo. “[Y] también es importante para ustedes tener sus prioridades en orden. Como Jesús nos ha enseñado, el amor de Dios siempre es lo primero. Luego está el amor de su esposa y de sus hijos. Y luego está el diaconado y su ministerio. Es importante que mientras intentan equilibrar esas vocaciones y esos llamados que el Señor les ha dado, siempre se mantengan enfocados en sus prioridades”.

Para concluir, el arzobispo recordó la historia de los diáconos en la Iglesia y su sucesión como testigos en estos 21 nuevos diáconos ordenados para la arquidiócesis.

“Que sean testigos como los diáconos que los han precedido. Ya sea como Esteban, Lorenzo u otros santos diáconos dentro de la Iglesia, ustedes también están llamados en este 2023 a ser aquellos que dan testimonio de Jesucristo y del evangelio”, concluyó el arzobispo Samuel. “Que vivan eso fielmente a lo largo de su ministerio, hasta ese día, cuando el Señor les dé la bienvenida a casa y les diga: ‘Bienvenido, mi fiel siervo y diácono’”.

Aaron Lambert
Aaron Lambert
Aaron Lambert es el editor de Denver Catholic, el medio oficial en inglés de la arquidiócesis de Denver.
Artículos relacionados

Lo último