El sábado 26 de octubre, Rosendo Guzmán Valadez logró cumplir uno de sus más grandes sueños gracias al convenio entre Centro San Juan Diego y UPAEP (Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla).
Originario de Jalisco, México, Rosendo llego a los Estados Unidos a sus 18 años con el mismo propósito de muchos inmigrantes que llegan a este país, el de cumplir el sueño americano de trabajar para tener una mejor vida.
Aunque siempre mostró un gran interés por los estudios, en México, sus padres solo pudieron proveerle los recursos para completar la primaria y la secundaria, por lo que tuvo que comenzar a trabajar desde muy joven.
“Soy de un pueblo chico, entonces había muy pocas oportunidades”, recuerda.
Una vez en Estados Unidos, se dedicó a trabajar para salir adelante. Sin embargo, asegura que siempre hubo un hueco que no se llenaba con trabajo o con cosas materiales, Rosendo anhelaba completar sus estudios y sobre todo aprender más.
En el 2012, luego del fallecimiento de su madre, Rosendo se refugió en la lectura para lidiar con su depresión y el duelo.
“Me deprimí mucho. Entonces comencé a leer un poco de filosofía, ciencias naturales, ciencias sociales, mas que nada filosofía para contraatacar la depresión”, recordó.
Al verlo tan sumergido en los libros, un compañero del trabajo le comentó sobre Centro San Juan Diego y la posibilidad de completar la prepa a través de un examen (GED). Aunque al principio se mostró un poco escéptico, decidió informarse e intentarlo. Poco tiempo después y con mucho esfuerzo, Rosendo logró pasar el examen de GED. Una vez que dio este paso, en Centro le recomendaron continuar sus estudios a través de la oferta educativa con UPAEP.
Poco inseguro, pero con muchas ganas de seguir aprendiendo y prepararse, en el 2016 Rosendo aceptó el reto e ingresó a UPAEP, para obtener una licenciatura en derecho.
“Fue muy difícil. Mi trabajo me absorbe mucho tiempo — a veces tenía que trabajar incluso los fines de semana, y me quedaban solo un par de horas para completar las tareas. Fue muy pesado, pero yo tenia la motivación no rendirme. Al mismo tiempo estaba maravillado con el nuevo conocimiento”.
Ocho años después, en una ceremonia íntima y muy emotiva junto con otros estudiantes, Rosendo logró graduarse y recibir su licenciatura en derecho.

“Para mí, una licenciatura es un nivel muy alto. Nunca pensé estar ahí. Era algo inalcanzable para mí, ni siquiera lo había tenido como una posibilidad de un sueño. Este logro es algo maravilloso que no puedo explicar. Estoy feliz de haberlo logrado”, expresó Rosendo.
El viernes 25 de octubre, comenzaron los eventos de la graduación de UPAEP, con una Misa especial para los graduados, celebrada por el obispo Mons. Jorge Rodríguez. Durante la emotiva homilía, el obispo les recordó a los graduados la importancia de tomar este nuevo triunfo como parte de la misión que Dios les ha encomendado.
“El estudio se convierte en servicio. Es un logro personal, sí, pero, sobre todo, es una labor de Dios. Quizás me da la posibilidad de tener medios económicos, sí, pero si veo más allá me da la posibilidad de servir a una persona”, expresó el obispo Jorge.
La mañana del sábado 26 de octubre, se llevo a cabo la ceremonia de graduación, en la que 11 estudiantes recibieron su licenciatura en diferentes campos. De la misma manera, se otorgó el premio académico Cruz Forjada, que reconoce a los tres estudiantes con el mejor promedio de cada programa.
También se llevo la entrega del premio Abelardo, el cual es otorgado al estudiante que tenga la más alta puntuación de su programa académico y obtiene una beca para una maestría con el 85% de descuento. En esta ocasión, Rosendo fue el afortunado ganador de esta beca, por su gran esfuerzo y dedicación académica.
“Me gane una maestría gracias al premio Abelardo. Tengo miedo, pero lo voy a intentar y lo voy a hacer. Lo que sí es seguro es que voy a dar mi máximo esfuerzo”, dijo, emocionado.
“Nunca olvides que aquí está Centro, para seguir apoyando, para apoyar a las familias y sus miembros a estudiar y formarse para servir mejor a esta sociedad, mostrando que la dignidad de la persona humana no la determina su estatus migratorio, un numero de seguro social o el color de piel, sino su capacidad de adaptación, su resiliencia, su carácter y principalmente su esencia que es la de ser un hijo de Dios”, dijo Alfonso Lara, director de Centro San Juan Diego, durante su discurso.

Por su parte, Rosendo solo esta lleno de gratitud hacia sus profesores de UPAEP y con el personal de Centro, que nunca lo dejaron de apoyar.
“Lo que me gustó de la universidad es que es muy flexible, de una alta calidad humana y son muy atentos. Los profesores siempre están pendientes a las necesidades de los alumnos. Me gustó ese calor humano… Sentí mucho apoyo por parte de mis maestros… También me siento super agradecido con Roberto López. Él me ayudo muchísimo estos últimos dos años con trámites para graduarme y siempre es atento a las necesidades de los alumnos. Es un ángel que nos ayuda muchísimo”.
Nunca es tarde para cumplir los sueños y Rosendo es un gran ejemplo de esto. Si bien no es un camino fácil, tampoco es imposible. Con el apoyo UPAEP y Centro San Juan Diego, muchas personas han logrado cumplir sus metas educativas y profesionales desde el inicio de este gran convenio.
“La educación me ha aportado todo, yo no le he aportado nada, yo me empapo y me lleno de conocimiento”, concluyó Rosendo.
¡Felicidades a todos los graduados!