Una educación católica es un hermoso regalo para dar a nuestros hijos y familias. Los estudiantes se forman en cuerpo, mente y alma para ser los santos a los que Dios los está llamando. Las familias se enriquecen con la comunidad de discípulos fieles que buscan la santidad. Los padres pueden estar tranquilos sabiendo que sus hijos están siendo educados de manera integral y según los valores cristianos.
Como con todas las cosas buenas, enviar a los niños a escuelas católicas es una inversión. El costo de la matrícula, los uniformes y otras actividades escolares puede ser significativo para las familias que priorizan la educación católica. Pero cualquier familia puede decirte que una educación católica vale la pena.
¡Queremos ayudarte a que tu inversión rinda más! Aquí tienes 8 formas de aumentar la accesibilidad de la educación católica:
- Las becas están disponibles si tu familia califica, y el ingreso máximo permitido para calificar puede ser más alto de lo que piensas. Las becas disponibles en nuestras escuelas católicas arquidiocesanas incluyen las ofrecidas a través de Seeds of Hope, ACE y el Fondo Familiar Schmitz. Lee más en denvercatholicschools.com aquí. Nota que la información está disponible en inglés.
- Descuentos para múltiples hijos se ofrecen en muchas escuelas. Consulta con tu escuela católica local para ver si hay descuentos para las familias con varios hijos inscritos.
- La matrícula variable podría ser una opción en tu escuela católica local. El Programa de Matrícula Variable apoya a las familias para que una educación católica transformadora sea una realidad accesible. El programa ayuda a las familias en su situación financiera particular y proporciona una oportunidad para que las escuelas y las familias, especialmente aquellas que no consideran posible una educación católica para su familia, puedan tener una conversación informada sobre la matrícula. Consulta con tu escuela para ver si participan en este programa.
- Intercambios de uniformes se realizan en muchas escuelas de la arquidiócesis. Comprar uniformes ligeramente usados en lugar de nuevos puede ahorrar cientos de dólares.
- Planes de pago también podrían ser una opción en tu escuela. Muchas escuelas permiten a las familias distribuir los pagos a lo largo del año escolar, en lugar de pagarlo al inicio del año escolar.
- Buscar ayuda siempre es una opción. Considera pedir a familiares o amigos cercanos que puedan y estén dispuestos a apoyar la educación de tus hijos y unirte en la inversión.
- Habla con la escuela sobre otras opciones que quizás no conozcas. Tu escuela católica local podría tener otros programas o iniciativas que ayuden a aumentar la accesibilidad en la educación católica.
- Considera cambiar un poco tu estilo de vida. Sé creativo con tus hábitos de gasto para ver si hay un pequeño margen en el presupuesto que pueda ayudar a apoyar una educación católica para tus hijos. Examina los extras que podrías recortar. Habla con compañías de cable, tu proveedor de telefonía móvil u otros proveedores para ver si tienen ofertas similares a una tarifa más baja. ¡Te sorprenderá lo que algunos harán para mantener tu negocio! Toma vacaciones más cerca de casa o haz “stay-cations”. Considera oportunidades de ingresos adicionales para complementar tu presupuesto. ¡Tu hijo vale la pena!
No importa cuáles sean las circunstancias, una educación católica es una inversión valiosa, un hermoso regalo para dar a nuestros hijos. Educados de manera integral, los estudiantes de escuelas católicas se forman para ser discípulos fieles de Jesús, creciendo en intelecto y santidad.
