Con el ardiente deseo de encontrar maneras para mejor servir a los hispanos en Colorado, unos 75 líderes de la Arquidiócesis de Denver se unieron al V Encuentro Nacional de manera virtual y presencial el pasado 9 y 10 de octubre en diversas partes de Colorado.
Las reglas sanitarias y la división de personas en grupos de 10 debido al COVID-19 no impidieron que los líderes conversaran a nivel local y arquidiocesano e incluso que se unieran a charlas a nivel nacional.

En este encuentro tan esperado, las conversaciones de los delegados se centraron en dos temas principales: la pastoral familiar y la pastoral juvenil, como las áreas de mayor necesidad en nuestra arquidiócesis, unidas al reto de proveer mejor formación para líderes hispanos.
“Se compartieron grandes ideas y son estos diálogos los que fomentan una pastoral de conjunto. Estoy emocionada por lo que viene y por lo que juntos podemos realizar por el bien de nuestra comunidad hispana”, dijo Alejandra Bravo, directora adjunta de Evangelización Hispana de la Arquidiócesis de Denver. “Ahora más que nunca debemos defender y proveer espacios de encuentro con el Señor para nuestras familias: padres, jóvenes y niños”.
Con grupos que se reunieron en Centro San Juan Diego, St. Michael en Craig, St. Clare of Assisi en Edwards y Mother Cabrini Shrine, los participantes pudieron conversar entre ellos y compartir a nivel diocesano de manera virtual.

Familias y comunidades sólidas
Con relación a la pastoral familiar, los líderes expresaron los cambios que les gustaría ver en la arquidiócesis para mejor llegar a las familias hispanas. Entre las ideas resaltadas se encuentran:
- El deseo de una presencia más cercana por parte de los párrocos a sus grupos parroquiales
- Más recursos de formación en la fe y en liderazgo a nivel parroquial y arquidiocesano
- Un acompañamiento más definido para parejas recién casadas y parejas en preparación matrimonial
- Involucrar a toda la familia
- Una relación más estrecha con el apostolado para jóvenes
- Ofrecer apoyo de salud mental y consejería para familias

Para Josefina Mendoza, directora del grupo de oración de la iglesia St. Michael en Craig, la evangelización siempre ha sido una prioridad. Sin embargo, el hecho de vivir en las montañas, a unas 3 horas y media de Denver, ha dificultado la capacitación necesaria para su grupo. Esto no ha frenado sus esfuerzos, pero cree que podría ser mejor.
“Nosotros que estamos tan lejos no hemos tenido ese seguimiento”, aseguró la líder. “Nos falta apoyo en el sentido de prepararnos para formar evangelizadores; para que así vayamos a la necesidad de los demás; para saber llegar a esas personas y hacerles entender que en este mundo en el que viven, lejos de Dios, no van a construir nada nuevo”.

Teresa Mendoza, directora de la Escuela de Evangelización San Andrés en la parroquia St. Rose of Lima, cree que los puntos que se tocaron en este V Encuentro podrían dar gran fruto para la comunidad hispana en la arquidiócesis.
“El fruto que a mí me gustaría ver es que todos los católicos y toda la arquidiócesis vivieran y conocieran verdaderamente su fe, que dejáramos de ser católicos de tradición y fuéramos más allá para profundizar sobre nuestra fe y ser testigos auténticos”, dijo Teresa. “Y sobre todo tener comunidades formadas en la fe y formadoras en la fe. Que las comunidades lleven esa formación más adelante, a la próxima generación”.

El protagonismo juvenil
Los jóvenes jugaron un papel importante como delegados durante este V Encuentro.
Su participación fue acompañada por una cena con el Obispo Auxiliar de Denver, Mons. Jorge Rodríguez, el viernes por la tarde, en la que el prelado los escuchó atentamente y los llamó a tomar “el protagonismo que les toca”.

Entre las ideas que los diferentes delegados de todas edades mencionaron con respecto a la pastoral juvenil, resaltaron:
- La formación de nuevos líderes jóvenes capaces de acompañar a otros jóvenes
- Invertir en directores de pastoral juvenil hispana en las parroquias
- Tener un director espiritual para cada grupo juvenil
- Buscar más el apoyo de los párrocos
- Formación en la Teología del Cuerpo
- Apoyo para la salud mental
- Unión más estrecha con la pastoral familiar
- Uso de plataformas digitales para evangelizar
“Me tocó escuchar todas las recomendaciones que se dieron y sé que no podemos hacer simplemente lo que siempre se ha hecho, que los grupos de coordinación juveniles necesitan de nuestro apoyo”, dijo Laura Becerra, especialista de la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Denver. “Eso me da a mí metas que puedo incluir en mi ministerio con los jóvenes, en mi plan y método pastoral. Puedo tomar estas cosas en cuenta al decidir qué eventos haremos y a qué le debo dedicar más tiempo en mi trabajo”.

A René Guzmán, joven miembro del grupo de jóvenes adultos de Queen of Peace, le gustaría sobre todo que las ideas que se expresaron llegaran a todos los párrocos para que se involucren más en los grupos juveniles de sus parroquias.
“Espero que el Encuentro no se que quede aquí nada más, sino que llegue a los párrocos. Creo que es importante que los jóvenes tengan esa cercanía con los sacerdotes”, aseguró. “Por mucho que hagamos, si ellos no están con nosotros, va a ser muy limitado lo que vamos a poder lograr, porque también dependemos de la autoridad que ellos nos den”.

Para Carmen Fragozo, coordinadora del ministerio hispano y educación religiosa en la parroquia St. Clare of Assisi en Edwards, el hecho de poder hablar sobre el ministerio juvenil fue una bendición que «llegó a tiempo».
«Los jóvenes aquí tienen mucha sed de Cristo, pero no hay mucho para ellos. Estamos trabajando para que los jóvenes se acerquen a Cristo y que tengan un encuentro con él», dijo, a pesar de enfrentar dificultades, como tener que reunirse en la escuela parroquial por aún no tener un templo. «Este V Encuentro no ayudó a renovar el compromiso que cada uno tenemos en la Iglesia, el llamado que se nos ha hecho de dar a conocer a Cristo, porque a veces uno está sirviendo y el servicio se convierte en algo muy mecánico».

Un proceso de transformación
Después de este Encuentro, en el que la reflexión a nivel diocesano tomó prioridad, el equipo de evangelización hispana se ha dado a la ardua tarea de comenzar a formular un plan pastoral diocesano tomando estos temas en cuenta.
Dado que este cambio será un proceso gradual, los delegados se seguirán reuniendo periódicamente durante los próximos meses para continuar implementando estas ideas en sus parroquias y a nivel arquidiocesano.
“Juntos podemos lograr grandes cambios: llegar a las periferias, llevar el Evangelio a quien más lo necesite, cuidar de nuestra comunidad”, concluyó Alejandra Bravo. “Todo esto es posible cuando unimos esfuerzos, cuando se trabaja en una ‘Pastoral de Conjunto’”.
“Gracias a todos aquellos que guían a nuestras familias, a nuestros jóvenes. Gracias por su servicio y compromiso a Dios y a la comunidad hispana”.
