(Denver, CO) Como obispos de Colorado creemos en la dignidad humana de cada vida, incluyendo la vida del refugiado y del inmigrante. Es por eso que apoyamos el liderazgo de los Estados Unidos en materia de protección de refugiados, que las administraciones tanto demócrata como republicana han sostenido durante décadas. Es nuestro deseo ferviente que la administración actual siga apoyando este tan necesitado programa de refugiados mientras continúa avanzando en la seguridad y protección del riguroso proceso investigativo al que los refugiados se tienen que someter para entrar a los Estados Unidos.
El vasto desplazamiento de gente en todo el mundo causa que las personas busquen refugio en países de acogida que ofrecen libertad a los perseguidos. Cada año programas de reasentamiento de los Estados Unidos salvan la vida de miles de personas, incluyendo miles de niños inocentes, quienes huyen de áreas destrozadas en el mundo por la guerra y que son focos de destrucción, opresión y violencia.
Colorado es hogar para cientos de refugiados que han escapado de la persecución en sus países de origen y buscan una mejor forma de vida aquí en los Estado Unidos. Esperamos que todas las personas de buena voluntad escuchen el mensaje del Evangelio que invita a cada uno de nosotros a dar la bienvenida al extranjero en un espíritu de hospitalidad y solidaridad. Oremos por los hombres, mujeres y niños que has sido desplazados de sus países de origen – Que Dios los cuide y los proteja.
