La misión de Wellspring Catholic Academy of St. Bernadette es simple: ayudar a cada estudiante a descubrir los dones que Dios le ha dado, para luego compartir esos dones con el mundo.
Esta misión se manifiesta en una educación firmemente católica, pero también en la voluntad intencional de la escuela de encontrarse con las familias donde estén y brindar a cada estudiante la oportunidad de aprovechar este potencial divino, sin importar quiénes sean. Ubicada en Lakewood y adjunta a la parroquia de St. Bernadette, Wellspring Catholic Academy es una escuela de kínder a octavo grado, que atiende a una variedad de estudiantes de diversos orígenes y situaciones familiares. Algunas familias incluso hacen largos viajes en coche para asegurarse de que sus hijos puedan recibir educación allí.
Entonces, ¿qué es lo que hace que la academia Wellspring sea una escuela tan especial y única?
«Nos gusta pensar que hacemos bien a los padres como conspiradores del bien», dijo el padre Joe McLagan, párroco de Santa Bernadette. «Realmente queremos hacer por el bien de la familia, por el bien del niño, sin importar quién entre por la puerta».
La academia Wellspring lo consigue de varias maneras, y lo hacen para una población en gran parte desatendida que vive en su particular suburbio de Denver. Prácticamente todas las familias que envían a sus hijos a preescolar reciben algún tipo de ayuda económica.
“Hasta cierto punto, todos reciben ayuda para la matrícula y almuerzo gratis o a precio reducido, y en su mayoría hablan español”, dijo la subdirectora Catherine Kleczek.
Entre los estudiantes de preescolar hay varios que viven en el refugio para madres solteras de Marisol Homes con su madre, que está convenientemente ubicado al lado de St. Bernadette. El refugio está dirigido por Caridades Católicas, pero se asocia con la academia Wellspring para garantizar que las mujeres que viven allí puedan enviar a sus hijos a una escuela de calidad, todo sin tener que ir muy lejos.
«En ese sentido, es una buena asociación con Caridades Católicas en, porque lo vimos como una oportunidad de decir, ni siquiera tiene que ir 100 pies para encontrar su escuela», dijo el padre Joe. «Creo que es el sueño de cualquier padre».
Sin embargo, más que eso, proporcionar a estos niños acceso a una educación católica está en consonancia con la misión y la responsabilidad de la parroquia de St. Bernadette de atender a las personas que llaman a su puerta en busca de ayuda.
«Es responsabilidad de la parroquia cuidar de las personas, y estas mujeres proceden de todos los ámbitos de la vida», explicó el padre Joe. «Tienen una capilla de santa Margarita de Cortona, patrona de las madres solteras. Les ayudamos a ponerlas en marcha. Deseamos ser amables por el bien de ese empeño de lo que Caridades Católicas quiere hacer, así como con las madres solteras, que es proporcionar un espacio para que esas madres tengan un lugar de educación para los niños.»
Otra forma clave en la que la academia Wellspring sirve a una población desatendida es asociándose con la fundación Fire para ofrecer una educación inclusiva y especializada a los alumnos con necesidades especiales. La escuela cuenta actualmente con dos alumnos con dificultades de aprendizaje, a los que pueden ayudar con apoyo individual y otros recursos, aunque en un entorno escolar católico y no público. Una madre, Francisca, cuyo hijo Matthew está en sexto grado y padece autismo, compartió con El Pueblo Católico que conduce de Centennial a Lakewood para que Matthew pueda recibir una educación católica.
«La inclusión es algo único», dijo Catherine. «Realmente, sin duda atendemos a niños de todo el espectro».
Otro estudiante, Leo, está en el jardín de infantes y tiene síndrome de Down. Él y su familia se mudaron recientemente a Colorado para que Leo tuviera mejores oportunidades educativas. Cuando encontraron la academia Wellspring, quedaron encantados.
«Leo es absolutamente querido por sus compañeros y por el personal», dijo Mónica, la madre de Leo. «La administración de la escuela se dedica a trabajar con familias con niños con capacidades diferentes para que ellos también tengan la oportunidad de aprender nuestra hermosa fe católica. Leo es totalmente incluido y cuenta con el apoyo de un ayudante increíble. Sus habilidades sociales y comunicativas mejoran cada semana. Después de observar atentamente a sus compañeros de clase, ha decidido que él también quiere esforzarse al máximo para asistir a Misa en silencio, gracias a Dios.»
Aunque Leo está recibiendo la ayuda que necesita para aprender bien, su mera presencia en el aula es también en sí misma una lección valiosa para todos los demás alumnos de la academia Wellspring, una lección que no se puede enseñar ni aprender con libros ni ecuaciones.
«Es ese énfasis en la humanidad. Es tan bonito ver a los niños pequeños tomarlo de la mano y abrazarlo», expresó Catherine. «Lo académico es importante, pero realmente se trata de expandir sus corazones. Y yo lo veo así. Él tiene una ayuda personalizada y ella está haciendo un gran trabajo ayudándole en todo lo posible para que se incorpore en la parte académica. Pero también aporta mucho a los otros niños y a su experiencia educativa. No se trata solo de ‘sobresalgo en clase o saco buenas calificaciones en matemáticas’. También se trata de: ‘Bueno, Leo está sentado a mi lado y necesita ayuda’. Eso también forma parte del aprendizaje».
Las escuelas en el área de Lakewood han estado cerrando, lo que hace aún más importante que la Academia Católica Wellspring mantenga su creciente presencia como una opción escolar excepcional para las familias. La escuela está en proceso de transición a un plan de estudios de Enseñanza para la Transformación, que es esencialmente una versión cristiana del Aprendizaje Expedicionario. Será una de las dos únicas escuelas católicas del país que utiliza este plan de estudios, ambas en Denver. La otra es Annunciation Catholic School.
«Tiene una ética profundamente cristiana, por eso lo adoptamos», dijo el padre Joe. «Los ideales que aporta la enseñanza para la transformación [son] el bien que la persona tiene y es capaz de hacer y educar esa realidad para ella. Somos una de las dos instituciones católicas del país que lo hacen, y ambas están en Denver. No hay ninguna escuela católica que lo haga».
La Enseñanza para la Transformación fomenta cuatro hábitos clave de aprendizaje en los alumnos: Pensar con curiosidad, comunicar con gracia, colaborar con alegría y diseñar con valentía. Utilizando la analogía del avión, los alumnos son tratados como «tripulación» y no como «pasajeros» en la experiencia de aprendizaje.
«Hacemos lo que llamamos círculos de tripulación», explica Catherine. «Los niños empiezan el día en círculo y lo terminan en círculo, y pueden disculparse o gritar. La filosofía es que son tripulantes, no pasajeros. Así que, si un niño falta o no habla, para eso está el círculo de la tripulación, para que todos tengan una oportunidad».
Hace un par de años, Wellspring Academy estuvo a punto de cerrar. Sin embargo, al reorientar su visión y abrazar su identidad como escuela católica, están creciendo. Empezaron el año escolar con 60 alumnos y desde entonces han crecido a 75. A medida que la escuela sigue creciendo y atendiendo a una variedad de estudiantes con diferentes necesidades de todos los ámbitos diferentes de la vida, una constante permanece.
«Creo que la visión de cualquier educación es la realización de la Encarnación y cómo eso se manifiesta en la forma en que enseñamos”, dijo el padre Joe. “En Wellspring, si tuviéramos un objetivo directo, es comprender la divinidad en Cristo que se humilló para compartir nuestra humanidad. Por eso hacemos lo que hacemos».
