El pasado sábado 18 de junio, cientos de files se reunieron en la arquidiócesis de Denver para dar testimonio de su fe eucarística y celebrar la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
La Asociación de la Adoración Nocturna comenzó la celebración con una vigilia a Jesús Sacramentado en el templo Christ the King en el Centro San Juan Pablo II de la arquidiócesis de Denver. Al punto de las 5 de la tarde, el obispo auxiliar Jorge Rodríguez comenzó la celebración eucarística junto con varios sacerdotes hispanos de la arquidiócesis.
Durante la celebración, el obispo auxiliar Jorge Rodríguez recalcó la importancia de dar testimonio de nuestra fe eucarística y agradeció al ministerio de la Asolación de la Adoración Nocturna por su entrega y dedicación a Jesús Sacramentado.
Después de la Misa, el obispo Jorge inició la procesión llevando a Jesús Sacramentado por las calles del vecindario junto con varios movimientos de la arquidiócesis, religiosas, familias, grupos apostólicos y muchos más que salieron a dar testimonio de nuestro amor y fe por la eucaristía.
“Quise traer a mis hijos para que desde pequeños aprendan que Jesús verdaderamente está presente en la eucaristía e inculcarles la fe que a mí me inculcaron desde pequeña. Fue muy bonito caminar con Jesús por las calles”, dijo Mireya, quien asistió al evento con su familia.
El obispo Jorge agradeció a las personas por haberse tomado el tiempo de asistir a esta solemnidad tan importante y dar testimonio de que la comunidad hispana esta presente con una fe más viva que nunca.
“Fue muy conmovedor cómo a la entrada espontáneamente hubo esas muestras de fe, de hacer reverencia cuando uno pasa ante el Santísimo, o arrodillarse mientras el Santísimo va pasando. Es un acto de adoración, es un acto de fe, que Dios nuestro señor les pague por haberle dedicado esta tarde a compartir nuestra fe en la eucaristía”, dijo el prelado.
También aprovechó el momento para agradecer a personas que viajaron desde distintas partes del estado para estar presentes en esta procesión tan emotiva y los invitó a seguir siendo testigos de esta fe tan grande por Jesús Sacramentado.
La procesión concluyó con una bendición solemne con el Santísimo dada por el padre Benito Hernandez, párroco del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Denver, quien al final animó a la multitud con el grito de alabanza que reconoce el reinado de Cristo vivo: “¡Viva Cristo Rey!”.
Fotos: Daniel Petty