Mientras Colorado da otro gran paso para convertirse posiblemente en el estado abortista más extremo de la nación, la clínica católica Bella Health and Wellness y la oficina de abogados Becket Fund for Religious Liberty han decidido oponerse de forma legal.
El gobernador Jared Polis ha firmado esta tarde otros tres proyectos de ley a favor del aborto, que en conjunto constituyen la llamada «Ley de Equidad en Salud Reproductiva 2.0». Los proyectos de ley que componen el conjunto son SB23-190 (“Prohibición de Prácticas Engañosas de Centros Antiabortivos”), SB23-189 (“Aumento al Acceso a Servicios de Salud Reproductiva”) y SB23-188 (“Protección de Pacientes, Proveedores y Asistentes de Atención Médica”).
Estas propuestas legalizan varias políticas que se oponen firmemente a la dignidad de la vida, en particular la prohibición del procedimiento de reversión de la píldora abortiva en Colorado, además de exigir a los proveedores de seguros que cubran el costo total del aborto y de ampliar el acceso al «cuidado de afirmación de género».
«Los proyectos de ley a favor del aborto de este año, denominados ‘RHEA 2.0’, hacen más que convertir a Colorado en un destino para obtener un aborto», afirmaron los obispos de Colorado en una carta conjunta emitida tras la aprobación. «Eliminan la ‘opción’ para que las mujeres elijan la vida y violan los derechos bajo la primera enmienda de todos los habitantes de Colorado, los proveedores de atención médica, los empleadores y los centros de embarazo”.
«Mientras que la mayoría de los estados en los Estados Unidos promulgan leyes para proteger y afirmar la santidad de la vida de los no nacidos, Colorado se une a una minoría de 12 estados para hacer que el aborto sea aún más extremo que el precedente federal que fue revocado en los casos de Roe (1973) y Casey (1992). Nos causa profunda tristeza y angustia saber que algunos legisladores católicos votaron a su favor».
Sin embargo, estas nuevas leyes no quedarán sin oposición. La oficina de bogados Becket Fund, con sede en Washington D.C., ha presentado una demanda contra el estado de Colorado en nombre de Bella Heath and Wellness, un proveedor de salud católico con sede en Colorado que ofrece cuidados de obstetricia y ginecología, así como cuidado médico para familias, pediatría y medicina funcional. La denuncia argumenta, entre otras cosas, que la propuesta SB-190 viola específicamente la primera enmienda al singularizar a las clínicas de salud que tienen la obligación religiosa de proveer cuidado médico que afirme la vida a las mujeres embarazadas que piden su ayuda.
«Los obispos de Colorado aprueban y apoyan esta medida de Becket y Bella, que afirma los derechos bajo la primera enmienda de los centros de embarazo y la capacidad de los proveedores médicos de libremente poder prescribir el tratamiento con APR como una opción de vida para las mujeres en Colorado», declararon los obispos.
El 21 de marzo, en un intento por educar a los legisladores sobre la importante labor de los Centros de Recursos de Embarazos y la necesidad de dejar a las mujeres la opción de elegir el procedimiento de reversión de la píldora abortiva si así lo desean, se organizó en el Capitolio de Colorado el primer Día de los Centros de Recursos de Embarazos. Más de 60 representantes de clínicas y centros de todo el estado se reunieron en el capitolio para dar testimonio de la vida, proporcionar materiales y datos educativos, y compartir sus testimonios de servicio a mujeres, hombres y familias.
Además de los representantes de los centros de embarazo, que ayudan a educar a las mujeres y ayudarlas a explorar todas las opciones cuando se enfrentan con un embarazo inesperado, hubo también algunos representantes de agencias locales de adopción, que ayudaron a disipar mitos comunes y objeciones proabortistas con respecto a la adopción.
A principios de este mes, decenas de habitantes de Colorado se reunieron en los escalones del capitolio en una manifestación por la vida con motivo del primer aniversario de la Ley de Equidad en Salud Reproductiva, que legalizó el “derecho” al aborto en Colorado y permite abortos electivos en cualquier momento. Esta ley ha hecho de Colorado un «destino» para las mujeres que buscan abortos, a pesar de que más del 60 por ciento de los habitantes de Colorado no apoyan los abortos sin restricciones.
Mientras que la lucha para poner fin o al menos restringir el aborto parece una batalla perpetua en el estado de Colorado, la comunidad provida sigue mostrando la determinación de que esta lucha está lejos de concluirse, y la Iglesia de Colorado se une a esa determinación para seguir abogando por las mujeres y la santidad de la vida.
«Nosotros, los obispos católicos de Colorado, junto con las tres diócesis, nos comprometemos a hacer lo que nos corresponde para defender la santidad de la vida y la libertad de conciencia y de expresión. Seguiremos ayudando a las madres embarazadas y a las familias que experimentan embarazos inesperados mediante la ampliación continua de los servicios médicos, la vivienda, el asesoramiento y los recursos, durante y después del embarazo,», concluyeron los obispos.
