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Cómo vivir la Cuaresma de acuerdo con el Catecismo

Este año el tiempo de Cuaresma se celebra del 14 de febrero al 29 de marzo.

Si hay algo que pensamos que sabemos de la Cuaresma, es que debemos “renunciar a alguna cosa en señal de penitencia”.

No estamos seguros por qué, pero quizás tenemos la costumbre de escoger algo de lo que disfrutamos, y decidimos “ayunar” ya sea de Netflix, de chocolates, de decir groserías, de tratar mal a alguien o simplemente renunciar, durante los próximos 40 días, a aquello que sea una obsesión para ti. Pensamos que esto es vivir la Cuaresma, y que estamos siendo buenos católicos, pero puede ser que si nos conformamos solo con estas prácticas externas estemos perdiendo la esencia.

Recurrimos al Catecismo de la Iglesia Católica como guía segura para obtener ayuda y descubrir de qué se trata la Cuaresma.

Basados en ello ofrecemos algunas sugerencias específicas sobre cómo aprovechar las oportunidades espirituales disponibles para nosotros durante este tiempo litúrgico.

 

Entra en el desierto

La Cuaresma, de acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica, es un tiempo en el cual “la Iglesia se une… al misterio de Jesús en el desierto”.

Jesús fue “impulsado por el espíritu al desierto” después de su bautismo en el Jordán, y se mantuvo ahí durante 40 días en soledad, sin comer. Los 40 días fueron una preparación para lo que venía -la tentación en el desierto.

Jesús no sucumbió a las tentaciones de satanás. El Catecismo dice que esto: “anticipa la victoria en la Pasión”.

Sin embargo, antes de la victoria, Jesús estuvo cuarenta días en ayuno y oración. Nosotros también estamos invitados a este misterio durante los 40 días de la Cuaresma.

El Catecismo sugiere varias prácticas específicas para la Cuaresma: “ejercicios espirituales, liturgias penitenciales, peregrinaciones como signo de penitencia, privaciones voluntarias como el ayuno y la limosna, comunicación cristiana de bienes (obras caritativas y misioneras)”.

A continuación ofrecemos siete prácticas específicas que puedes hacer durante los próximos 40 días para unirte a Cristo en el desierto, más allá de simplemente «renunciar a algo».

 

Oración

Unirnos al misterio del desierto significa entrar al desierto con Cristo, en  soledad, silencio y oración.

Esto podría significar que nos dediquemos a la oración por un tiempo determinado cada día, esforzándonos por leer las Escrituras o pasar una hora cada semana ante el Santísimo Sacramento. Analiza tus prácticas espirituales actuales y auméntalas un poco más.

 

Ve a un retiro

La Cuaresma es el momento ideal para alejarte de las rutinas normales de la vida durante unos días y asistir a un retiro espiritual. Durante la Cuaresma son comunes los retiros de medio día o las misiones parroquiales. Estos son momentos ideales para unirte a Cristo en el desierto.

 

Confiésate

Si no puedes asistir a un retiro, toma medio día o quizás unas pocas horas para hacer un examen de conciencia exhaustivo. Después de ello, busca confesarte en tu parroquia más cercana.  Averigua previamente los horarios de confesión y prepárate para este sacramento.

 

Has una peregrinación

Una peregrinación es un viaje físico a un lugar santo que refleja nuestro peregrinar espiritual hacia el cielo. Dentro del territorio de la Arquidiócesis de Denver hay varios lugares sagrados que uno puede visitar solo, en familia, o como comunidad parroquial, que podrían servir como un destino para una peregrinación de medio día o de un día entero. El santuario Mother Cabrini en Golden es una buena opción, pero también puedes visitar el santuario de St. Anne, la Catedral Basílica de la Immaculate Conception (y la tumba de la sirva de Dios Julia Greeley), o la parroquia santuario Our of Lady Guadalupe.

 

Ayuno

Cabe señalar que el ayuno viene después de las sugerencias para intensificar las prácticas espirituales y penitenciales, y antes de las recomendaciones para dar limosna y practicar las obras de misericordia. El ayuno debe hacerse dentro del contexto de la oración, el arrepentimiento y la limosna. Ayunar sin estos otros elementos es simplemente hacer una dieta o ejercitar la fuerza de voluntad, lo cual es muy saludable pero no tiene connotación espiritual.

 

Dar limosna

Dar a los pobres es un deber esencial de todo cristiano, y durante la Cuaresma estamos llamados a intensificar esta práctica. Puedes donar dinero o víveres en tu parroquia, Caridades Católicas, en banco de alimentos u otra organización benéfica de tu elección. A menudo olvidamos que dar limosna también puede incluir dar a un amigo, familiar o vecino en extrema necesidad.

 

Dona tu tiempo

Al final de la lista de prácticas penitenciales, el Catecismo incluye «obras caritativas y misioneras». Estas son obras de servicio para los pobres o para tu prójimo. Las sugerencias incluyen el voluntariado en un albergue administrado por Caridades Católicas, tu parroquia u otras obras de caridad.

 

Aaron Lambert
Aaron Lambert
Aaron Lambert es el editor de Denver Catholic, el medio oficial en inglés de la arquidiócesis de Denver.
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