El sacerdocio, “no es algo que ustedes merezcan, no es algo por lo cual ustedes han trabajado. Es más bien un don que se les ha conferido”, dijo en su homilía el Arzobispo Samuel Aquila a los cinco sacerdotes que fueron ordenados el pasado 16 de mayo en la catedral Immaculate Conception de Denver.
Ellos son Greg Lesher y Joe Mclagan de Estados Unidos, Tomasz Strzebonski de Polonia, Erik Vigil de México y Franklin Sequeira de Nicaragua.
La ceremonia transcurrió en un ambiente de mucha alegría y oración en la que el Arzobispo Aquila les recordó a los nuevos presbíteros: “Es precisamente en el don total de sí mismos que ustedes son llamados a entregar sus vidas como Cristo mismo entregó su vida”.
Las lecturas se realizaron en inglés, español y polaco. Los cantos estuvieron animados por el coro del seminario Redemtporis Mater, donde estudió el hoy padre Franklin. En la ceremonia estuvieron presentes más de un centenar de sacerdotes de la Arquidiócesis de Denver, así como de familiares y amigos de los nuevos presbíteros. Muchos venidos desde Polonia, México, Nicaragua y de diferentes estados de Estados Unidos. Diversas culturas se encontraron para una sola celebración: el don del sacerdocio en el que estos cinco hombres se han convertido en otros cristos.
“Pero es solo a través de su amor a Jesús, enamorándose de Jesús y permaneciendo en el amor de Jesús que ustedes podrán vivir las promesas que han hecho”, les dijo el Arzobispo Aquila con afecto paternal. “Y ustedes estarán continuamente configurados con Cristo, cabeza, pastor y esposo de la Iglesia. Y sepan, mis queridos hermanos e hijos, que en caso de que caigan, él siempre los levantará y hará comenzar de nuevo”.
Al finalizar la misa, el Arzobispo Aquila dirigió unas palabras en español, agrdecieciendo su presencia a las personas venidas de México y Nicaragua. Igualmente pidió excusas por no poder hacer lo mismo en polaco, ya que no conoce este idioma. El gesto del arzobispo despertó las risas entre varios asistentes.
Hablan los sacerdotes hispanos
El padre Erik Vigi, descendiente de los cristeros en México, es el más joven en ordenarse sacerdote en esta arquidiócesis (26 años). Tras terminar la ceremonia el padre Erik compartió para El Pueblo Católico: “Me siento lleno del espíritu, con mucha energía y con mucha alegría de ver tanta gente aquí reunida por el don del sacerdocio”.
“Lo que más me impactó de la homilía del Arzobispo Aquila fue que nos hubiera dado una advertencia de que vamos a tener muchos ataques, pero también muchas bendiciones a lo largo de nuestro ministerio siempre y cuando seamos capaces de recibir esto, Jesucristo siempre va a estar con nosotros”, anotó el padre Erik quien desde ahora comenzará a servir en la parroquia Holy Trinity de Westminster.
Su madre Judith Reyes compartió que siente “una emoción grande porque fue un camino muy largo para él pero al final lo logramos. Esperamos que sea un buen sacerdote para toda la comunidad (…) Su abuelito era muy creyente, influyo mucho en él, le toco vivir la era de los cristeros y todo esto desarrolló la inquietud de estar en la Iglesia”.
El Padre Franklin, por su parte recuerda cuando sintió el llamado a ser sacerdote: “Fue una experiencia de amor de Dios, de la presencia de Dios que llenó todo mi ser con gozo y felicidad, algo que nunca antes había experimentado”. Franklin prestará su servicio en la parroquia Anthony of Padua en Denver.
Por su parte, Linda Treminio, madre del padre Franklin, viajó desde Nicaragua para acompañar a su hijo en este importante paso: “Me siento muy contenta y agradecida con Dios porque ha elegido a nuestro hijo para una gran misión. Sé que la Virgen María lo ha guiado a este tiempo de preparación”. Anastasio, padre de Franklin dijo entre lágrimas de emoción: “Se ha cumplido la palabra en él. Dios lo llamó para ser su sacerdote”.
