Por Walter Sánchez Silva | ACI Prensa
En esta nota te ofrecemos varias formas de unirte a la Jornada de Oración, Ayuno y Penitencia convocada por el papa Francisco para este viernes 27 de octubre, en la que se pedirá por la paz en Tierra Santa y en todos los rincones del mundo.
Al concluir la audiencia general del miércoles 25 de octubre, el santo padre volvió a pedir la liberación de los rehenes israelíes en Gaza y que se permita el ingreso de la ayuda humanitaria para los palestinos.
Después del sorpresivo ataque de Hamás el 7 de octubre, Israel inició una contraofensiva en la Franja de Gaza. Los bombardeos aéreos y el bloqueo impuesto por el gobierno israelí han puesto en riesgo a la población, que también sufre por la escasez de agua, medicinas, alimentos y electricidad.
El santo padre indicó ayer que este viernes 27 “viviremos una jornada de ayuno, oración y penitencia, a las 18 (hora local) en San Pedro, donde nos reuniremos a rezar para implorar la paz en el mundo”. Aquí te ofrecemos varias formas de unirte a esta iniciativa desde donde estés:
1. Ir a Misa
Sin duda, lo mejor que se puede ofrecer a Dios en la oración es asistir y participar en la santa Misa, porque allí siempre se hace presente Jesús, el Príncipe de la paz.
Puedes ir a tu parroquia o a la iglesia que prefieras y ofrecer la Eucaristía por la paz en Tierra Santa, en Ucrania y allí donde haya guerra.
En general es una buena costumbre seguir el mandamiento de la Iglesia de ir a Misa todos los domingos y fiestas de guardar. Si puedes asistir diariamente y está dentro de tus posibilidades, sería aún mejor.
2. Hora santa
En este tipo de jornadas de oración y ayuno convocadas por el papa, en muchas iglesias se realiza una hora santa de adoración eucarística luego de la Misa, o en un momento especial.
Recuerda que el mejor tiempo invertido es el que pasas delante de Jesús en el Santísimo Sacramento del altar.
3. Rezar el rosario
San Juan Pablo II decía que el rosario era su oración favorita y, ciertamente, es una oración que el papa Francisco anima siempre a rezar, especialmente ante las necesidades urgentes, ya que la Virgen María intercede por todos los fieles ante su Hijo Jesús.
Puedes rezar el rosario en una iglesia, en casa, en familia, en comunidad o incluso caminando. También es posible recitarlo mientras estás en el transporte público o manejando. Toma sólo unos minutos y lo puedes ofrecer también por tus intenciones personales.
4. Rezar la coronilla de la divina misericordia
La coronilla de la divina misericordia es una oración poderosa que puedes rezar con tu rosario. Dada por el mismo Jesús a Santa Faustina Kowalska, esta plegaria toma solo algunos minutos.
Muchos la rezan a las tres de la tarde, llamada la “hora de la misericordia”, porque en ese momento se recuerda la muerte de Cristo el Viernes Santo.
5. Ayuno y abstinencia
El ayuno es la privación voluntaria de alimentos durante un periodo de tiempo determinado, mientras que la abstinencia consiste en la no ingesta de un alimento en particular. Esto también puede ofrecerse.
Para ayunar, se sugiere ingerir una comida completa durante el día y dos veces algo más ligero. También puedes abstenerte de algún alimento en especial, de la música que te gusta de tiempo de entretenimiento o renunciar a algo lícito para ofrecer esa pequeña penitencia por la paz.
6. Leer la Biblia
Leer la Sagrada Escritura es una buena forma de rezar y entrar en diálogo con Dios. Puedes comenzar tu día leyendo un pasaje de los Evangelios o simplemente abrirla y leer lo primero que encuentres. Medita lo que el Señor te quiere decir.
Si no tienes claro qué parte de la Biblia elegir, alguno de los cuatro Evangelios y el Libro de los Salmos son siempre una buena opción, o los Hechos de los Apóstoles para conocer cómo eran las primeras comunidades cristianas.
7. Dar limosna
Si estás en posición de ayudar materialmente a quienes sufren en Tierra Santa o en algún otro lugar a causa de la guerra, puedes enviar tu donación a Cáritas Internacional.
Si no te es posible, ofrece una limosna en tu parroquia o dásela a un pobre, animándolo también a rezar por la paz en el mundo. En general, cualquier obra de misericordia, tanto material como espiritual, será grata a los ojos de Dios.
Este artículo ha sido modificado por El Pueblo Católico.