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Denver
viernes, abril 26, 2024

África celebra la fe

Por Roxanne King:

El arzobispo Samuel Aquila fue testigo de las maravillas naturales la África subsahariana y de la belleza de su gente y su cultura, cuando visitó la iglesia Christ the King en Tanzania, la parroquia hermana de Immaculate Heart of Mary en Northglenn. El padre James Spahn, párroco de esta última, fue su guía.

El arzobispo Aquila, habló recientemente con el Denver Catholic acerca de su viaje, al que describió como un “encuentro íntimo con la fe llena de alegría que se puede encontrar en África”.

La entrevista ha sido editada para concisión y claridad.

P: ¿Qué hicieron en Tanzania?

R: Visitamos la parroquia Christ the King y dedicamos un nuevo edificio administrativo y una librería para una escuela secundaria que la parroquia [Immaculate Heart of Mary] ayudó a construir. Además, visitamos la diócesis de Geita para ver al obispo [Flavian] Kassala. Luego visitamos un orfanato, los alrededores y un hospital.

P: ¿Qué fue lo que más le impresionó del viaje?

R: La intensidad de la fe de la gente. Muchos de ellos caminan una hora o dos para llegar a Misa. A menudo, las Misas duraban entre dos a cuatro horas, con los cantos, la música y las procesiones de ofertorio.

Cada persona se acercaba y dejaba algo en la canasta de la colecta. Y había un segundo ofertorio, donde las personas dejaban ofrendas de sus hogares o de su granja: un pollo o una cabra, o bolsas de cemento, o caña de azúcar; una pequeña bolsa de frijoles, algo. No todos lo hacían, pero había por lo menos cien personas que sí.

Había gente que lo distribuía. Algunos de los alimentos recolectados iríam al orfanato para alimentar a los niños. El cemento podría ir a un proyecto, alguna escuela o parroquia. Fue una experiencia fantástica.

P: Cuénteme del estilo de vida de la gente

R: La gente vive de manera muy sencilla . En casas simples y muchos de ellos aún tienen pisos de tierra. Algunos tienen electricidad, pero no todos. La gente aún tiene que ir a los posos por el agua.

P: ¿Qué aprendió de este viaje?

R: Aprendí la profundidad de la fe de la gente, la belleza de su fe y su amor por la Iglesia. Su disponibilidad de caminar una hora o dos para ir a Misa dice mucho sobre su compromiso con el Evangelio y su amor real por la Eucaristía.

Celebré el sacramento de la Confirmación con un grupo y también visité una de sus pequeñas comunidades de fe. Para mí fue increíble escuchar su testimonio y saber cuán profunda es su fe.

P: ¿Qué le gustaría que la gente supiera sobre Tanzania?

R: Ciertamente, sobre la belleza de África y la fortaleza de la vida familiar, la hospitalidad de la gente, su calidez y su generosidad.

Q: ¿Qué se lleva de esa experiencia?

A: La experiencia de la universalidad de la Iglesia. Además, la belleza de los africanos, su generosidad, amabilidad y personalidad, y la belleza natural de África. Eso siempre te lleva a Dios.

P: ¿Hay algo que quiera agregar?

R: Volvería en un abrir y cerrar de ojos. África es un lugar maravilloso para visitar, especialmente si deseas ver el testimonio de una fuerte vida familiar y de una fe profundamente vivida, y de cómo estamos unidos en una sola fe como católicos con otro país muy diferente al nuestro.

P: ¿Qué pueden aprender los católicos de este país y de sus hermanos y hermanas en África?

R: El ejemplo de cómo viven su fe y hacen grandes sacrificios por ella. Además, su generosidad con lo poco que tienen.

La música durante la Misa fue absolutamente espectacular. Cantaron con sus corazones; eso fue muy, muy poderoso, dando esa alabanza y adoración a Dios.

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