A la luz de la declaración del Vaticano, Fiducia supplicans, que ofrece directrices sobre las bendiciones pastorales a personas en relaciones irregulares, entre ellas, a parejas del mismo sexo, el arzobispo Samuel J. Aquila ha emitido una declaración en la que aclara lo que la declaración en realidad implica y lo que no. La declaración puede leerse íntegramente a continuación:
20 de diciembre de 2023 — El lunes, 18 de diciembre, el Vaticano publicó la declaración Fiducia supplicans sobre el significado pastoral de las bendiciones. En esta declaración la Santa Sede ofrece directrices con respecto a la impartición de bendiciones a personas que actualmente viven en situaciones irregulares o en uniones del mismo sexo. Gracias a las cartas que he recibido me he dado cuenta de que los medios de comunicación han causado confusión al respecto debido a la forma en que lo han comunicado. Por ello, quiero ofrecer claridad al clero y a los fieles laicos de la arquidiócesis de Denver.
En primer lugar, no podemos confiar en que los medios de comunicación seculares informen con exactitud lo que contiene el documento, por lo que animo a todos a leerlo por sí mismos.
En segundo lugar, y lo que es aún más importante, el documento no cambia en modo alguno la enseñanza o la práctica de la Iglesia con respecto al matrimonio o la pecaminosidad de los actos sexuales fuera del acto conyugal entre el hombre y la mujer. Por el contrario, afirma en todo momento lo que Cristo y la Iglesia siempre han enseñado sobre el matrimonio.
Por último, la bendición, que siempre se puede impartir a cualquier persona que busca la fuerza y la ayuda de Dios, no pretende legitimar una situación pecaminosa y siempre tiene el objetivo de ayudar a una persona a vivir y abrazar más plenamente el plan de Dios para la vida tal como lo enseñan Jesucristo y la Iglesia católica. Dicha bendición nunca debe impartirse en una celebración litúrgica, debe solicitarse de manera espontánea y debe llevar la intención de desear el bien que Dios quiere para los seres humanos. La bendición nunca puede entenderse como una aceptación del pecado. Este tipo de bendición debe hacerse con discreción y preferiblemente en privado para evitar el escándalo y la confusión.
El artículo de John Bursch publicado en National Catholic Register (en inglés) resume de forma excelente los puntos principales de la declaración y aclara la confusión que existe en los medios de comunicación. Recomiendo encarecidamente este artículo además del propio documento Fiducia supplicans.
Que Dios los bendiga en este Adviento y los prepare para la venida de Jesucristo en la Navidad.
