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sábado, abril 27, 2024
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Del campo a la Casa Blanca

Daniel Garza es un hombre que ha llevado su fe a la esfera pública. Es el director ejecutivo de la iniciativa Libre, una organización comunitaria que busca prestar servicios a la comunidad hispana presente en Estados Unidos. Garza ofreció el pasado 17 de enero una conferencia a los líderes hispanos, incitándolos a aprovechar las oportunidades  que ofrece este país, tanto para ellos como para sus familias, y a llevar su fe a la esfera pública. Garza comparte con nuestros lectores su testimonio y los principios que mueven su vida.

Sus padres inmigraron de Nuevo León –  México a Estados Unidos nada más que con una educación de cuarto grado. Trabajaban en el campo bajo condiciones muy difíciles. Daniel nació y creció en Central Valley – California. Su casa carecía de agua potable y muchas veces, tanto él como sus hermanos tenían que faltar a la escuela para ayudar a sus padres trabajando en el campo. Migraban entre los estados de Nebraska, Washington y California buscando las épocas de cosecha. La unidad y la fe en Dios eran los principales de los elementos que caracterizaban a su familia.

Con ahorros y sacrificios su padre logró sacar adelante su propio negocio, lo que le permitió mejorar económicamente.

Daniel luego llegó a ser policía y servía como traductor en las juntas para los padres hispanos que no hablaban inglés. “Me encontré con la realidad de los niños que crecen en familias destruidas”, compartió Daniel en su conferencia.

Luego fue elegido como concejal en la ciudad de Toppenish, Washington.

Más adelante, Daniel fue seleccionado para trabajar durante la presidencia de George W. Bush en la oficina de enlace público de la Casa Blanca, que busca facilitar las relaciones entre el gobierno y la comunidad hispana de Estados Unidos.

 

Una fe que enriquece la sociedad

Daniel está convencido de que la fe católica tiene riquezas que no deben quedarse en ámbito privado sino que debe también trasladarse a la esfera pública:

“La Iglesia siempre ha sido el ancla moral de la sociedad”, dijo en entrevista con El Pueblo Católico. “Cada sociedad tiene que tener sus valores y principios. Cuando no existen valores y hay una ausencia de fe, no hay un consenso acerca de cómo una sociedad debe comportarse. Entonces los individuos pierden la brújula moral”.

“Cuando la Iglesia ve que se está desatando la sociedad por falta de valores morales, debe actuar, debe ser muy visible. Hemos visto cómo ha sido protagonista en temas como el aborto, la desintegración de familias y en los temas laborales”, dice Daniel.

Sin embargo advierte: “No es bueno decir que hay religión nacional. Debe existir una separación Iglesia – Estado. Pero yo sí puedo contribuir a con mi fe en las propuestas para una sociedad”.

“Esos valores están en la Biblia, la materia que dirige mi vida. Esa es la verdad universal y nadie puede va decir que no puedo hacerlo”.

La familia como pilar

Daniel vive en Mission, Texas. Es casado, tiene tres hijos: “La familia es el eje principal y la institución que se mejor debe preservar y guardar. Es lo que sostiene una buena sociedad”, asegura.

“La mejor condición para que un niño crezca es en un hogar con un padre de una madre. Claro que existen situaciones no convencionales por causa de muerte, divorcio pero debemos hacer lo posible para que cada niño tenga su padre y su madre”, asegura.

“Los índices nos dicen que cuando un niño crece solamente con uno de los padres, es más propenso a no terminar la escuela, a caer en la droga, el alcohol, o a integrarse a pandillas. Hay mucho daño social”, advierte Daniel.

Daniel ve con preocupación cómo la juventud latina es la primera en Estados Unidos en los índices de alcohol, encarcelamiento y desintegración familiar y sabe dónde está la causa de esta situación: “La mitad de los hijos de los inmigrantes latinos nacen por fuera de los lazos del matrimonio”.

Por ello, la iniciativa Libre, que él dirige, busca  avanzar en políticas que incentivan la integridad de la familia, ayudan a iniciar o emprender un negocio, con menos imposición del gobierno en impuestos y regulaciones. Y ayuda a crear un ambiente para generar más espacios de oportunidad académica. En últimas, facilitando a los latinos que viven en este país para que puedan integrarse a la sociedad.

“Que todo lo que hagamos sea para la Gloria de Dios, sirviendo, amando a nuestros seres queridos. No ser demasiado materialistas ni interesados. Ese no puede ser nuestro fin”, concluye Daniel.

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