¡Que la alegría de la Navidad no termine! Es cierto que la celebración más grande que solemos tener como hispanos es la cena de Nochebuena. Y el 25 quizá nos despertamos un poco desvelados, vamos a Misa, o fuimos la noche anterior (no hay que olvidarla), y estamos listos para el “recalentado”.
Pero a diferencia del resto de la sociedad, que a este punto ya están cansados de los cánticos navideños, para nosotros, la celebración de Navidad apenas está comenzando. Si algunas personas dicen que los católicos somos aguafiestas y no sabemos celebrar, en realidad somos nosotros quienes mejor sabemos (o deberíamos saber) hacerlo. ¿Por qué? Porque además de prepararnos por cuatro semanas para la ocasión y festejar el 24 y 25, seguimos celebrando por un par de semanas más.
¿CUÁNDO TERMINA EL TIEMPO DE NAVIDAD?
Este año, el tiempo de Navidad no termina hasta el 9 de enero, con la fiesta del Bautismo del Señor: ¡son 16 días de celebración! Entre ellos, los primeros ocho (del 25 al 1 de enero) son aún más especiales y los llamamos la Octava de Navidad. El problema es que la mayoría de los católicos solo solemos celebrar uno o dos días. ¡No sabemos celebrar por 16 días seguidos! La Iglesia nos invita a celebrar más, pero como no sabemos hacerlo, actuamos como si ya no hubiera nada que celebrar. ¡Eso es ser aguafiestas!
OCIO: LA MANERA DE CELEBRAR POR 16 DÍAS
Entonces, ¿cómo podemos celebrar de verdad por tantos días? La palabra clave es “ocio” (otium en latín), y te invito a practicarlo durante este tiempo de Navidad. En español, la palabra “ocio” se suele usar para describir “inactividad” o “pereza”, pero en latín, otium tiene un significado más profundo. Se refiere a actividades que se disfrutan o son buenas por sí mismas, en contraste a actividades que se realizan para obtener algún provecho, como en el trabajo. Algunos ejemplos de cómo se puede practicar el ocio:
- hacer oración
- tocar o aprender a tocar algún instrumento
- hacer deporte
- practicar el arte
- leer
- escribir
- hornear
- aprender algo nuevo
- ir de excursión o paseo con la familia
- pasar tiempo con amigos o familiares
CENTRAR TODO EN CRISTO
Puede que este tipo de “celebración” no sea igual a lo que estamos acostumbrados, pero es algo que nos permite disfrutar alegremente de la vida y lo que Dios nos ha dado, descansar, centrarnos en lo que vale la pena y unirnos a Dios. Los judíos celebraban el sábado, día de descanso dedicado al Señor, pero ese descanso no significaba inactividad, sino oración y alabanza. Nosotros también estamos llamados a celebrar el Día del Señor y los días sagrados, como la Octava y el tiempo de Navidad, de manera distinta, centrados en él.
SÉ INTENCIONAL
Así que, durante este tiempo de Navidad, sé intencional sobre qué actividades quieres a hacer. Saca el instrumento que tanto has querido aprender, dibuja, lee un libro que verdaderamente disfrutes, sal a caminar a las montañas o al parque, organiza una actividad en familia, hornea algo, construye algo, pero, sobre todo, haz oración cada día, visita a Jesús en el Santísimo, encuéntralo en todo lo que hagas durante este tiempo. Celebrar así es algo renovador, es alegre y también puede acercarnos a Cristo. No dejes que este tiempo se escape. ¡Feliz Navidad!
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