No cabe duda de que lo más importante a la hora de discernir la vocación al matrimonio es pedir la ayuda de Dios. Sin embargo, también existen factores prácticos que vale la pena considerar antes de dar el gran ‘sí’. Hacerse las preguntas correctas puede no solo salvar un matrimonio, sino evitar un compromiso que quizás no es lo que Dios quiere para tu vida. Es indispensable que las parejas se conozcan y se hagan algunas preguntas a profundidad antes de tomar el gran paso de casarse por la Iglesia.
Conversaciones profundas
Sandra Morales, directora asociada de la Pastoral Familiar de la arquidiócesis de Denver, nos comparte algunas recomendaciones para las parejas que están comprometidas, o que desean conocerse más antes de comprometerse, para así formar matrimonios sólidos. Para esto, las parroquias cuentan con diferentes herramientas que las parejas pueden utilizar, entre estas el inventario FOCCUS.
“FOCCUS te va a cuestionar las expectativas del estilo de vida. ¿Cómo vives? ¿De dónde vienes? ¿Quién es tu familia de origen y cómo has aprendido a vivir tu vida? ¿Eres ordenado? ¿Te gusta lavar los trastes? ¿No te gusta lavar? ¿Tiendes tu cama, no la tiendes? ¿Eres puntual? ¿Cómo gastas tu dinero? Y así sucesivamente”, explica Sandra.
Aunque es muy válido, y necesario, que cada cónyuge cuente con sus propias amistades, Sandra explica la importancia de tener amigos en común, especialmente parejas constructivas que sirvan de apoyo y ejemplo.
“Es importante hablar de amigos e intereses como pareja. ¿Tienen amigos en común o cada uno se va por separado con sus amistades? Es importante tener amigos en común que los ayuden a mantenerse juntos”, añade.
Otro aspecto muy importante que es necesario dialogar en la etapa del noviazgo es la compatibilidad de la personalidad, y por supuesto, cuestiones personales que les ayudarán a conocerse a profundidad.
“¿Qué es lo que a ti te gusta? ¿Cuáles son tus intereses y cuáles son los míos? Si coincidimos o no, ¿qué tan diferentes somos? ¿Qué estoy aportando yo a la relación?”. Son estas preguntas las que nos pueden abrir a conversaciones profundas y así no llevarnos sorpresas en el matrimonio.
Expectativas
Las expectativas que tenemos de nuestra pareja cambian de manera significativa después del matrimonio, y muchas veces cometemos el error de creer que, una vez casados, la otra persona “va a cambiar”. Sin embargo, esto es un grave error del cual es muy importante estar conscientes antes de casarse.
“Una persona no va a cambiar a menos de que la persona misma quiera cambiar. Y algo muy importante para que ese cambio surja es que la persona tenga un encuentro con Cristo, donde recibe ese amor de Cristo y se sienta llamado o llamada a responder a ese amor”.
Quizás la sociedad ha romantizado mucho el tema de la comunicación, pero es un hecho que la comunicación es una clave para un matrimonio sólido y duradero.
“Cuando no hay una buena comunicación, un buen diálogo, caemos en muchos problemas, porque yo puedo pensar una cosa, porque yo tengo una visión del mundo muy diferente a la de mi pareja, y cuando yo le estoy hablando a él o diciéndole algo, él lo va a tomar de otra manera. Hay que conocer el lenguaje del amor, y muy importante, el lenguaje del perdón. No se trata solamente de cómo el otro se siente amado, sino también de cómo el otro recibe mis disculpas. Si yo me disculpo a mi manera con la otra persona, tal vez no sea efectivo”.
Finanzas
Por otro lado, también es indispensable conocer y hablar sobre el ejemplo que recibimos del matrimonio a través de nuestros padres y de los patrones que venimos cargando, ya que son los mismos que vamos a aplicar en la familia que formemos.
“La forma en que tú viste a tus padres resolver sus problemas, y los de la familia va a ser la forma en que tú vas a querer resolver los problemas y tu cónyuge igual”, dijo Sandra.
Es un hecho que uno de los problemas más grandes entre los matrimonios es el tema financiero. Es por esto por lo que es de suma importancia, durante el noviazgo, tener conversaciones de cómo manejan cada uno las finanzas.
“Aprender sobre las finanzas para hacer un presupuesto y decir: ¿Cuánto tenemos juntos? ¿A dónde queremos llegar? ¿Qué queremos lograr? ¿Cómo gastas tu dinero? ¿Cómo gasto yo el mío?’”, explica Sandra.
Infancia
Sin duda alguna, es importante llegar a un punto medio como pareja; sin embargo, hay cuestiones y traumas de la infancia que no se pueden solucionar con una charla. Tras identificarlas, es importante buscar otro tipo de apoyo.
“Todo realmente regresa a la manera que aprendimos de nuestra niñez. En el matrimonio tienes que compartir con otro ser humano que también viene cargando sus talentos y traumas de la infancia. Muchas veces todo esto nos genera problemas y conflictos internos por las heridas que tenemos. Hay mujeres que buscan a un papá en la relación, protección o una solución fácil a sus problemas. Entonces también es necesario buscar apoyo psicológico y guía”.
Sandra también recuerda a los padres de familia la importancia de reflexionar sobre el ejemplo que les están dando a sus hijos sobre lo que es el matrimonio.
“Yo como madre, ¿estoy dando buen ejemplo de matrimonio a mis hijos? ¿Qué están viendo de mí? ¿Mis hijos se quieren casar por la Iglesia? ¿Quieren tener hijos? ¿O por qué no quieren tener hijos? ¿Qué estoy haciendo yo como madre para que se cierren a la vida?”.
Y, por último, si en algún momento de la relación, o incluso del compromiso, uno de los cónyuges no está seguro, es preferible aplazar o cancelar la boda. “La preparación matrimonial no es para casarte, es para darte cuenta si estás con la persona que Dios quiere para ti y que se descubran el uno al otro”, aseguró Sandra.
“El matrimonio al final del día es un camino para aprender a amar de verdad. Descubres al otro como don de Dios, como regalo de Dios”, concluyó.
Si bien algunas de estas preguntas parecieran ser insignificantes, al final del día, son cuestionamientos que nos pueden liberar de un compromiso que Dios no desea para nosotros o ayudarnos a conocer y acercarnos más a nuestro futuro esposo o esposa.
Este artículo se publicó en la edición de la revista de El Pueblo Católico titulada «La llave para un matrimonio santo». Lee todos los artículos o la edición digital de la revista AQUÍ. Para suscribirte a la revista, haz clic AQUÍ.
