¿Por qué será que un día después de decidir dejar el chocolate, el café o los refrescos durante la Cuaresma tu mercado local los exhibe en la entrada?
Si eso no te molesta y aún sigues fuerte esta Cuaresma, ¡te felicito!
Pero si has olvidado tus propósitos de Cuaresma en el camino, todavía tienes unas semanas más antes de la Pascua para retomarlos. Recuerda que Jesús cayó varias veces camino al Calvario; nosotros también caemos y fallamos, ¡pero es hora de levantarse y comenzar de nuevo!
Comparto tres cosas que vale la pena recordar a medida que continuamos nuestro camino de Cuaresma:
- ¡Dios es misericordioso! Incluso si has fallado esta Cuaresma, recuerda que Dios te conoce; él te ama y te perdona si se lo pides. Sé misericordioso contigo mismo.
- El sacrificio es un medio, no un fin. Ayuda a profundizar nuestra oración, nuestra gratitud y nuestro amor; no lo hacemos por sí mismo. Sin embargo, estos sacrificios y sufrimientos –pequeños o grandes– son significativos, ¡porque Jesús le dio un propósito al sufrimiento!
- ¡Todavía hay tiempo! En palabras del venerable Bruno Lanteri: “Nunc coepi”, “comienzo ahora mismo». Comienza hoy.
Que durante nuestra observación de la Cuaresma, Dios profundice nuestra fe, intensifique nuestra esperanza y fije nuestro amor por él y por los demás.
“Si caigo mil veces al día, mil veces al día comenzaré de nuevo, con una nueva conciencia de mi debilidad, prometiéndole a Dios, con un corazón pacífico, enmendar mi vida”. – Venerable Bruno Lanteri
