Durante los últimos meses, cientos de personas han llegado a Denver desde la frontera sur, lo cual nos plantea varias preguntas: ¿quiénes son? y ¿cómo podemos ayudarlos?
A la hora de buscar ayuda, correr la voz y abordar las necesidades de nuestros hermanos y hermanas, parece que distintos términos como migrante, inmigrante, solicitante de asilo y refugiado se intercambian indistintamente, a pesar de que estos términos tienen diferentes y significados. Entonces, ¿son migrantes, inmigrantes, solicitantes de asilo o refugiados?
Como católicos, conocemos la dignidad de la persona humana y la necesidad de proteger esa dignidad tanto en las palabras que usamos como en las acciones que tomamos. Como nos enseña el papa Francisco:
“[El proyecto de Dios] es esencialmente inclusivo y sitúa en el centro a los habitantes de las periferias existenciales. Entre ellos hay muchos migrantes y refugiados, desplazados y víctimas de la trata. Es con ellos que Dios quiere edificar su Reino, porque sin ellos no sería el Reino que Dios quiere. La inclusión de las personas más vulnerables es una condición necesaria para obtener la plena ciudadanía… si queremos cooperar con nuestro Padre celestial en la construcción del futuro, hagámoslo junto con nuestros hermanos y hermanas migrantes y refugiados. ¡Construyámoslo hoy! Porque el futuro empieza hoy, y empieza por cada uno de nosotros.” (Mensaje del santo padre Francisco para la 108ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2022)
Por tanto, debido a la importancia del tema, aquí una breve explicación sobre la diferencia entre un migrante, un inmigrante, un solicitante de asilo y un refugiado.
El migrante es una persona que ha elegido voluntariamente trasladarse a otro lugar, incluso un lugar tras otro, en busca de trabajo, educación y nuevas experiencias. Los migrantes se distinguen de los inmigrantes en que generalmente planean mudarse de nuevo o regresar a casa en algún momento.
El inmigrante, de manera similar, aunque más general, es una persona que ha elegido mudarse a otro país para hacer un nuevo hogar en ese país. Los inmigrantes pueden hacer una investigación exhaustiva sobre su nuevo hogar y esforzarse por aprender un nuevo idioma.
El refugiado es una persona bajo grave amenaza en su lugar de origen o nación. Huyó de su hogar por temor a la violencia, la persecución u otros sufrimientos graves por distintos motivos (raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un grupo social particular) y no puede regresar. Las autoridades civiles han revisado su caso y han determinado que correría un grave peligro si fuera devuelto a su país de origen. Una vez que se ha tomado una determinación, los refugiados son establecidos en el mundo. Durante el año fiscal 2022, 25 465 refugiados de distintos países en todo el mundo fueron admitidos en los Estados Unidos.
El solicitante de asilo es una persona que ha huido de su lugar de origen o nación por las mismas razones que un refugiado, pero que no ha sido reconocida legalmente como refugiado. Solo al llegar a la nueva nación, por ejemplo, a los Estados Unidos, se les permite defender su caso y solicitar protección. Se les llama “solicitantes” porque su solicitud aún no ha sido adjudicada legalmente. Según las leyes estadounidenses e internacionales, los solicitantes de asilo poseen varios derechos que las naciones, los estados y las personas están obligados a respetar y proteger.
Las palabras son importantes y la forma en que hablamos de las personas, nuestros hermanos y hermanas en Cristo, importa. Nuestras acciones también importan, y tu puedes ayudar.
Para obtener más información sobre cómo participar y ayudar en el trabajo que está realizando Caridades Católicas de Denver, visita https://serveccdenver.volunteerhub.com/vv2/ o comunícate con shdvolunteers@ccdenver.org para ser voluntario en español y dar la bienvenida a las familias en el refugio Samaritan House.
