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sábado, abril 27, 2024
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¿Es la Fiesta de la Anunciación un día de precepto?

No hay que confundirse con las otras dos fiestas principales con la «A» que celebra la Iglesia (La Ascensión y la Asunción), la Fiesta de la Anunciación el 25 de marzo es una de las fiestas más queridas del año litúrgico. Este año, debido a que cae durante la Semana Santa, la fiesta se traslada al 8 de abril, el lunes después de la Octava Pascual.

En la Anunciación, la Iglesia conmemora la «anunciación» del ángel Gabriel a María, en la que se apareció y le dijo que llevaría en su seno al Salvador del mundo y le daría a luz. La Anunciación es una fiesta que honra tanto a María como a Jesús, porque fue en el fiat de María (su «sí») que Cristo fue concebido por el Espíritu Santo en su vientre. Se eligió la fecha del 25 de marzo porque es nueve meses antes de la Natividad de Cristo, también conocida como la Navidad (al menos en el calendario litúrgico).

Otro elemento interesante (y de hecho cósmico) de esta fiesta es que toda la antigüedad cristiana reconoció universalmente el 25 de marzo como el día de la muerte de Nuestro Señor. Como dice la Enciclopedia Católica:

La opinión que la Encarnación también tuvo lugar en esa fecha se encuentra en la obra pseudo-cipriánica «De Pascha Computus», c. 240, la cual argumenta que la venida de Nuestro Señor y su muerte deben haber coincidido con la creación y caída de Adán. Y puesto que el mundo fue creado en primavera, el Salvador también fue concebido y murió poco después del equinoccio de primavera.

Esto lleva a la pregunta más importante de todas: ¿Es la Anunciación un día de precepto? Y la respuesta es no. Si bien la Iglesia todavía la reconoce como una solemnidad, la razón por la que no es un día santo es, lamentablemente, porque nuestra cultura se ha vuelto demasiado secular. Como escribe Aleteia:

“La razón principal de la reducción del número de tales días en la Iglesia es que la mayoría de los países del mundo son principalmente de naturaleza secular y ya no reconocen las fiestas de la Iglesia como días de descanso”.

Aunque la Anunciación no es un día santo de precepto, nosotros, los católicos, debemos esforzarnos en asistir a Misa el 8 de abril para honrar tanto a Nuestro Señor como a Nuestra Señora. ¿Y quién sabe? Quizás algún día, a través de nuestras oraciones y la conmemoración intencional de esta gran solemnidad, podamos hacer nuevamente de la Anunciación un día de precepto.

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