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viernes, abril 26, 2024
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¿Hace mucho que no te confiesas? Cinco razones para volver a hacerlo

Por Roxanne King
El padre Andreas Hoeck, profesor de Sagrada Escritura en el seminario St. John Vianney y confesor en la catedral basílica de la Inmaculada Concepción de Denver, compartió cinco razones breves por las que es bueno volver al sacramento de la confesión, tomando en cuenta especialmente a las personas que no han acudido al sacramento desde hace mucho tiempo.
Brinda paz y alegría
Es bueno decirles a las personas que han estado alejadas de Dios y que no se han confesado desde hace mucho tiempo que el resultado de este sacramento es la paz interior y la alegría. Esta es la consecuencia directa de la penitencia y la reconciliación. Debemos expresar esta realidad con alegría y con palabras hermosas, pues estos son los signos más grandes del Reino y el testimonio más eficaz para los que se han alejado.
Es un precepto de la Iglesia
El simple hecho de que la penitencia es una ley divina debería impulsarnos a volver al sacramento. Uno de los preceptos de la Iglesia dice que los fieles han de confesarse al menos una vez al año. Esto se debe a que el sacramento de la reconciliación nos lleva a la salvación y nos ayuda a tener una unión más íntima con el Padre celestial.
Misericordia de Cristo
No tenemos por qué tener miedo de confesarnos, pues el sacerdote siempre estará dispuesto a ayudarlos a hacer una buena confesión si no sabemos cómo. El papa Francisco lo expresó así: “El sacerdote será amable contigo, pero ¡Jesús será aun más amable que el sacerdote!”.
Confidencialidad absoluta
Algo alentador sobre el sacramento de la reconciliación es el hecho de que el secreto de confesión obliga al sacerdote que oye nuestros pecados a mantener un silencio absoluto y permanente. Nunca revelará nada de lo que se dijo en el confesionario. Por lo tanto, los fieles que confiesen sus pecados no tienen nada que temer. Sus pecados han sido sepultados, aniquilados y olvidados tras haberlos expresado en la confesión.
No hay pecado que no pueda ser perdonado
Jesús menciona que el pecado en contra del Espíritu Santo es el único que no puede ser perdonado, pero este pecado se refiere precisamente la decisión de no abrirse a la misericordia de Dios, lo que no permite que Dios llegue a al corazón de la persona. Así que no debemos temer confesar todos nuestros pecados, confiando en el amor y la misericordia de Dios.
Esta artículo fue traducido y adaptado del original en inglés por El Pueblo Católico.

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