Por: Martha Fernandez-Sardina
A Dios lo encontramos de muchas maneras, pero todos estamos llamados a profundizar nuestro conocimiento personal de él en Su Palabra. Así sucedió con Laura Becerra, del Centro San Juan Diego, quien se graduó del Denver Catholic Biblical School este pasado 7 de mayo. En la Misa de graduación, el Arzobispo Samuel J. Aquila describió lo que le sucedió a Laura en un momento clave durante sus cuatro años de estudio de la Biblia: “Espero que en su estudio de los Evangelios hayan descubierto esa misericordia que él tiene por cada pecador – sea Zaqueo, la mujer samaritana, Pedro o la mujer encontrada en adulterio. Los que encuentran a Jesús experimentan Su misericordia y sus vidas cambian para siempre”. (Homilía en inglés: http://archden.org/aquila-podcast/)
Laura comparte lo que descubrió: “No sabía lo que significaba un encuentro con Dios; nunca había tenido uno. Quizás estaba cerrada o no estaba haciendo algo bien o Dios no me quería hablar o no sabía escucharle o me hablaría en otro momento”. Pero durante su tercer año, estudiando el Salmo 51 que declara que Dios no desdeña ni desampara a un corazón contrito, ¡le sucedió! Tuvo un encuentro personal de la tierna cercanía de Dios por primera vez: de manera palpable y poderosa “me sentí amada y acompañada por Dios”. Ahora sabía de manera inconfundible que “nunca había estado sola”. Hasta ese momento había dicho “busca soluciones sola; sólo tu familia es tu comunidad; cuida de ti misma porque nadie te va a ayudar; estás sola”. Con este encuentro se dio cuenta de que Dios-con-nosotros está con ella y le da Su amor a través de las personas que están junto a ella.
Como tantos, creciendo en su familia “no sacamos tiempo para orar juntos y estudiar el Catecismo y la Biblia. Es importante hacerlo”, dijo. “Ni siquiera sabía encontrar los libros de la Biblia. Es muy importante que los padres empiecen a leerla y a enseñarle a sus hijos para que entiendan mejor la Misa y se familiaricen con la Biblia, para que no les sea extraña y puedan aplicar sus enseñanzas a sus vidas”, dice con el convencimiento del que ha sido tocado por el amor de Dios.
Ella invita a que se atrevan a estudiar la Biblia: “empiecen a leerla, aunque sea un poquito a la vez. Es posible estudiar – sacar el tiempo para lo que es importante. Quizás al principio será mucho para algunos, pero si empiezas verás que puedes hacerlo”, dice con alegría. Anima a todos a que “hablen con la persona en su vida que más cerca está de Dios y pídanle ayuda. Y oren. No me daba cuenta lo poderoso que es la oración; dale a Dios tiempo para que hable contigo, para que te diga algo, en silencio”, dice la recién graduada quien desea seguir sirviendo a Dios y a su prójimo.
Laura estudió negocios y había pensado empezar su propio negocio. Pero Dios le abrió las puertas para trabajar en el Centro San Juan Diego y posiblemente sea otra su trayectoria ahora. Está orando para discernir el próximo paso: “Este conocimiento tengo que usarlo de alguna manera – para llevar la Palabra de Dios a otros. Seguiré aprendiendo sobre la Fe Católica, la teología y otras disciplinas. Estoy más involucrada en mi parroquia, St. Michael en Aurora, ayudando con las clases del R.I.C.A. (Rito de Iniciación Cristiana de Adultos) y quizás me llame a hacer algo más allí”, comparte
Mientras tanto, Laura está tratando de aplicar lo aprendido viviendo como cristiana: “vivir para otros y no tanto para mí misma – aislada de los demás. Intencionalmente, he decidido estar más activa y presente en mi familia y entre mis amigos, orando por ellos y evitando aislarme. Lo estoy haciendo y me va muy bien; creo que fue una buena decisión de mi parte”, dice con una sonrisa. “Espero que mi testimonio lleve a muchos a indagar sobre el Denver Catholic Biblical School” (http://archden.org/catholic-biblical-school/; 303-715-3195).
