61.7 F
Denver
viernes, abril 26, 2024
InicioLocalesJóvenesAl llamarnos, Dios nos dice: “tú eres importante para mí”

Al llamarnos, Dios nos dice: “tú eres importante para mí”

Con esta hermosa frase, el Papa Francisco les habló a los seminaristas, novicias y novicios y con la simplicidad con la que se caracteriza, el Papa nos ayuda a entender el discernimiento y el llamado vocacional como un llamado de un Dios que es cercano, que nos ama y que nos llama por amor.

Llamado, en el cual como nos dice el Papa, “Dios os dice: ‘Tu eres importante para mi, te quiero, cuento contigo’… de ahí nace la alegría. La alegría del momento en que Jesús me ha mirado…sentirse amado por Dios, sentir que para él no somos números, sino personas; y sentir que es él quien nos llama. Convertirse en sacerdote, en religioso o religiosa no es ante todo una elección nuestra”.

La vocación sigue diciendo el Papa, “es la respuesta a una llamada y a una llamada de amor. Siento algo dentro que me inquieta, y yo respondo sí”.[1]

Pero ¿cómo saber si eso que me inquieta dentro, es el llamado de Dios?, el mismo Papa nos explica: “en la oración, el Señor nos hace sentir este amor, pero también a través de numerosos signos que podemos leer en nuestra vida, a través de numerosas personas que pone en nuestro camino. Y la alegría del encuentro con Él y de su llamada lleva a no cerrarse, sino a abrirse; lleva al servicio en la Iglesia”.

Es en el encuentro personal con el Señor, en la oración diaria, que vamos creciendo en amistad con Dios y nos vamos dejando amar por Él, y al hacerlo, Dios nos llama a seguirlo más de cerca y nos muestra el  camino que ha preparado para nosotros, sea la vocación que sea. Este llamado, si viene de Dios, nos lleva a entregarnos, a amar, a servir, a salir de nosotros mismos, nos invita a crecer en amor.

Pero no podemos olvidar que abrirnos a discernir y seguir el llamado de Dios “significa algunas veces ir a contracorriente, y comporta también encontrarse con obstáculos, fuera y dentro de nosotros. Jesús mismo nos advierte: La buena semilla de la Palabra de Dios a menudo es robada por el Maligno, bloqueada por las tribulaciones, ahogada por preocupaciones y seducciones mundanas (cf. Mt 13,19-22). Todas estas dificultades podrían desalentarnos, replegándonos por sendas aparentemente más cómodas”[2], pero recordemos que “los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces. Id siempre más allá, hacia las cosas grandes. Poned en juego vuestra vida por los grandes ideales”[3], nos dice el Papa Francisco.

 

Medios para el discernimiento vocacional

Es necesario poner los medios para poder responder al llamado amoroso que Dios nos hace. Algunos medios que nos pueden ayudar en este camino son:

–       Cultivar tu relación con el Señor en la oración constante: visita al Santísimo Sacramento, lectura de la Sagrada Escritura.

–       Participar de los Sacramentos: la Eucaristía y la Confesión.

–       Buscar un director espiritual que pueda acompañarte en el discernimiento del Plan de Dios (no disciernas solo).

–       Participar de algún servicio solidario: es en la entrega donde uno se encuentra a sí mismo.

–       Buscar un grupo de amigos que te puedan ayudar a crecer y madurar en tu fe y en donde puedas encontrar apoyo en tu camino de discernimiento.

 

Con estos medios estaremos preparando nuestro corazón para ser tierra buena en donde la Palabra y el llamado de Dios caigan y den fruto. Acojamos pues el llamado del Papa Francisco: “Cuanto más nos unamos a Jesús con la oración, la Sagrada Escritura, la Eucaristía, los Sacramentos celebrados y vividos en la Iglesia, con la fraternidad vivida, tanto más crecerá en nosotros la alegría de colaborar con Dios al servicio del Reino de misericordia y de verdad, de justicia y de paz”. [4]


[1] Encuentro del Papa Francisco con los seminaristas, novicios y novicias, Julio 6, 2013.

[2] Mensaje del Papa Francisco por la 51ª Jornada Mundial de oración por las vocaciones, Enero 16, 2014.

[3] Ibid.

[4] Ibid.

Artículos relacionados

Lo último